Imagínense la escena. Está tranquilamente en su jardín y, de repente, del cielo surge una avioneta que choca contra un árbol y acaba su recorrido junto a las tumbonas de la piscina. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en Chile. Un Cesna 172, con problemas mecánicos, acabó aparcado en una parcela de Curacaví, en la región metropolitana de Santiago.
“El árbol detuvo la trayectoria, lo hizo caer al patio que ustedes ven de fondo. El avión rebotó antes de caer a la piscina y saltó al otro lado, donde quedó” explica el dueño de la avioneta, Guillermo Benavides. Continuar