Era el abuelo más fuerte del mundo. Así se le conocía en todas partes. Manuel Valbuena protagonizó, junto a otros cuatro grandes hombres, nuestro número de enero. Allí le conocimos en persona y comprobamos que no hay edad para ponerse en forma. Nos dio una lección porque encarnaba el ideal de un hombre que había echado por tierra todas esas excusas que a diario solemos utilizar para postergar el ponernos en forma de una vez. Él era toda una institución en el fisioculturismo español.