El mundo está lleno de tentaciones. Es normal que alguna vez se te pase por la cabeza ser infiel, aunque sea sólo una noche, por estos motivos te compensa no poner los cuernos a tu pareja.
La primera cosa a tener en cuenta en ese sentido es que alguien se va a enterar. Y eso va en tu contra, sí o sí. Siempre acaba sucediendo, de alguna manera o de otra, una persona sabrá que lo has hecho, y en cuanto lo sabe una persona…
Si te pillan, que lo harán, te arriesgas a perder muchas cosas, no sólo a nivel emocional, si no también por temas materiales. La destrucción que deja el descubrimiento de una infidelidad es casi indescriptible.
Viajar solo a un viaje de negocios es muy solitario, pero no es excusa. Llama a casa si te entra ese sentimiento de necesidad humana. Antes de ser infiel, piensa con empatía y trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.
Sabemos que la tentación existe, y a todos nos gusta sentirnos deseados por otras personas, pero piensa con cabeza fría. Si alguien sabe que estás ‘pillado’ y va a por ti, deberías pensar que un motivo puede ser para aumentar su ego personal y conseguir algo de otra persona. ¿Te sientes como un objeto? Deberías.
Tu fama e integridad acabará pisoteada, y es posible que todos los amigos que tenéis en común te dejen de lado por tu pareja. También corren riesgos tus propias amistades… cuidado no acabes solo por un desliz. Además, ¿Realmente quieres estar con esa persona que quiere estar con alguien que está engañando a su pareja?
Si una ex pareja se interesa por ti, otra vez, y llama insistentemente hay solución para no dejarte arrastrar. Sé cordial, habla los cinco minutos de cortesía, y saca a colación alguna conversación sobre tu actual pareja…También te vendrá bien a ti para ‘auto’ concienciarte.
Tomarse la tentación como un reto es importante. Conseguir ganar la batalla entre el órgano que está entre tus piernas y tu cabeza es un gran triunfo, en todos los niveles.