Dos niñas de 13 y 14 años fueron condenadas por el asesinato y tortura de una mujer de 39 años en la localidad de Durham en Inglaterra.
Por este crimen, las jóvenes fueron condenadas a una cadena perpetua revisable, que les asegura al menos 15 años de prisión efectiva.
La extensión de la condena se explica a los complejos métodos de tortura a los que las niñas sometieron a la mujer, agresiones que registraron a través de fotografías y que difundieron por medio de Snapchat. Para continuar.