Luego de la concurrida ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro, en Roma, ante más de 110 mil asistentes donde se canonizó a la Madre Teresa de Calcuta, el anfitrión, el Papa Francisco, quiso celebrar de una particular manera el hito religioso.
En el aula de las audiencias, específicamente en el Aula Pablo VI, el máximo pontífice invité a más de mil personas de escasos recursos y “sin techo”, a celebrar a la Santa de los pobres con un almuerzo.
Y el menú escogido fue pizza napolitana, hecha, justamente, por mano de obra especializada traía desde la ciudad de Nápoles. Los cocineros estarían bajo las órdenes del célebre pizzero Vincenzo Staiano, quien dirigirá la preparación en suculentos hornos de leña, los que deberían otorgar el sabor correcto a las pizzas.