Yolanda Rodríguez creyó haber encontrado a su príncipe azul en febrero del 2014, cuando caminando por Greenpoint, Brooklyn conoció a un hombre que la hizo soñar con una vida feliz. Antes de que terminara el año ya estaban viviendo juntos, pero pronto los mimos y caricias se convirtieron en golpes y patadas, hasta que no aguantó más.
Aunque hoy asegura estar llevando una vida mejor, en la que las terapias psicológicas la han hecho aumentar su autoestima y sanar el dolor, recuerda que por procesos burocráticos para registrarse en un programa de salud pasó muchos meses sin recibir asistencia. Para continuar.